viernes, 6 de junio de 2014

Yo también tengo un Balbina Arias

Creo que fue hace cosa de año y medio cuando Balbina y yo nos conocimos. Ella, como diseñadora de moda que es, necesitaba una empresa que le permitiese disponer de estampados propios, personalizados y exclusivos para las prendas de sus colecciones. Que tuvieran calidad, que los pedidos fueran ágiles y que no necesitase realizar inversiones en estocaje.


Por nuestra parte...qué os puedo decir, nos venía como anillo al dedo. Desde entonces hemos colaborado juntas ¡y lo que aún nos queda!

La primera colaboración que hicimos fue el "vestido pensamiento", ¡y qué vestido! Desde que me enseñó el boceto me enamoré de él. Desde luego que no podía permitirme semejante lujazo de vestido (la falda es de nuestro crepé 100% seda), así que intenté conformarme con mirar y volver a mirar el boceto y disfrutar pensando en que ilatela había participado en un diseño tan sencillo, elegante y armonioso como este.

Vestido pensamiento Balbina Arias
Vestido pensamiento
 Hace más o menos un mes me comentó que para inaugurar su nueva tienda online (además del showroom que ya tiene en Estepa, Sevilla) iba a sacar una línea de camisetas con sus bocetos estampados en ellas. ¡sus bocetos! Sus bocetos significaban que tal vez, solo tal vez yo podría estar más cerca del vestido pensamiento. ¡Ay! Soy consciente que habrá quien no se sienta enamorada de ese vestido, sin embargo estaréis conmigo que cuando te enamoras de una prenda...¡realmente te enamoras!

Algunos de los diseños que se pueden pedir estampados en camisetas:






Como ni aunque quisiera podré tener el vestido pensamiento (al poco de tenerlo hecho lo vendió), le pregunté si podría tener el boceto del "vestido pensamiento" impreso en una camiseta y ¡me dijo que sí! Lo mejor de todo es que es un diseño exclusivo para mí, jeje, y a precio de ganga (por algo más de 40€) tengo mi propia versión del vestido pensamiento, mi vestido.

Hoy me ha llegado mi pedido.


Y automáticamente me la he puesto!


Super auto-regalazo que me he hecho. Ya puedo decir que ¡yo también tengo un Balbina Arias!

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